miércoles, 12 de enero de 2011

TEMA 9.2 Las actividades de la animación turística

Las actividades de la animación turística

Se puede considerar que una actividad de animación turística es cualquier acción que
cumpla con los objetivos y que, por tanto, se enmarque dentro de un proyecto. Así pues, no se podrá definir como tal una actividad aislada, aunque se realice en el seno de un establecimiento turístico, caso en el cual podría llegar a considerarse como una actividad de animación, sin otro calificativo.
El abanico de posibilidades del que dispone el animador turístico es tan extenso que
resulta prácticamente inabarcable, motivo por el que en este capítulo se pretende tipificar
y dividir las actividades que finalmente podrán ser ofertadas dentro de los proyectos;
de animación turística. El objetivo de este capítulo no es elaborar una lista de actividades
sino que se plantea como una guía o plantilla para poder construir esa lista interminable
de posibilidades.

5.1. Actividades y tipos de animación turística

Es relativamente frecuente encontrar referencias a diferentes tipologías de animación
turística. Estas clasificaciones suelen incluir denominaciones tales como animación cultural,
animación nocturna, animación de tercera edad, animación infantil, animación de
cruceros, etc. La diferencia entre unas y otras parece radicar en diferentes aspectos, como
serían los tipos de actividades que contienen, el lugar en donde se aplican, el momento
del día en el que se dan, la adaptación a un colectivo específico o a una edad determinada,
etc. Con el objetivo de simplificar la compleja realidad laboral de los agentes aplicantes,
la división que se propone en este capítulo se va a basar en una clasificación por
el contenido de las actividades, cosa que va a reducir la complejidad haciendo que sea
bastante más práctica y funcional. Se dejan, por tanto, de lado las divisiones según la tipología
del usuario a la que van dirigidas, según la localización (animación hotelera, de crucero,
urbana, etc.) o según el tiempo (nocturna, diurna, etc.). Son especificaciones que se
podrían trabajar perfectamente una vez que el animador haya adquirido además algunos
conocimientos empíricos.
La clasificación que se propone se basa en tres tipos de contenidos, a saber:
cultural, deportiva y lúdica. Una vez que se especifique cuándo una actividad se considera de uno
u otro tipo, el animador turístico podrá determinar qué clase de animación está ofertando
a los clientes del establecimiento turístico.
La mayor dificultad que presenta esta clasificación será establecer con precisión la
frontera entre un tipo u otro de estas actividades, es decir, saber cuándo se clasifica una
actividad como cultural, cuándo es lúdica o cuándo deportiva, si las tres se han de presentar
desde un punto de vista de una diversión mínima garantizada. Desde esta óptica
cualquier actividad tendría que ser lúdica, pero si nos atenemos a Huzinga, o hasta a Fourastié
(en García Vega, 1975), cualquier juego o distracción que el hombre realice, repercute
finalmente en la adquisición de conocimientos, por tanto en la cultura, así que ¿se
tendrían que clasificar todas las actividades del programa como culturales? Esta indefinición
constituirá la gran dificultad del animador, y va hacer que considere con cierta profundidad
el contenido de las actividades y que estudie bien sus objetivos, ya que de ellos
dependerá en gran medida dónde se sitúa la frontera entre unos y otros.

5.2. Las actividades adecuadas y las adaptaciones

Tal y como se ha visto en el capítulo anterior, que unas determinadas actividades puedan
ser adecuadas no dependerá exclusivamente del tipo de público objetivo, sino que es
bastante más complejo. Es una decisión apriorística y con bastantes variables, ya que se
trata de ofrecer una actividad que motive al destinatario, como también se ha visto ya,
con lo que las motivaciones están igualmente sujetas a constantes cambios. Así pues, como
ocurre en muchos otros productos de ocio, el animador no tendrá la certeza absoluta de
saber si una actividad va a ser aceptada, ni tampoco en qué medida. Para ello no tendrá
más vía que la de esperar y ver la reacción que la propuesta produzca en los destinatarios.
La adecuación, por tanto, ha de ser planteada como un elemento apriorístico sujeto a alguna
variantes.
El margen de error (o de inadecuación si se prefiere) de una actividad estará relacionado
directamente con la información previa que el profesional tenga de las variantes y
de las circunstancias que envuelvan la acción. Por esta razón, es del todo imprescindible
que el primer paso del animador turístico en un establecimiento sea la recopilación de
información, ya que cuanta más se consiga, habrá más posibilidades de que su propuesta
de actividades sea adecuada.
Las dificultades de adecuación se agravan cuando se trata de establecimientos turís-
ticos pequeños y medianos. En ellos es prácticamente imposible confeccionar programas
que incluyan actividades que pretendan ser multitudinarias o, dicho de otra manera, que
atraigan a un alto contingente de participantes, a excepción, claro está, de las festivas nocturnas.
Este hecho obliga al animador a ser lo más creativo posible en sus propuestas. La dificultad parece ser menor cuando se trata de un establecimiento de grandes dimensiones, con muchos más residentes, por consiguiente, con más potencial de asistencia. No se quiere decir con ello que sea fácil o que carezca de problemática la oferta de un macro-establecimiento, sino que las posibilidades de reacción a las propuestas tienden a ser, en
números relativos, más elevadas que en las empresas de menor tamaño. Con esto se pretende llegar a la conclusión de que tampoco hay una fórmula que asegure, ni aún en los grandes espacios, una adecuación apriorística de las actividades, y que ésta depende siempre de la cantidad y calidad de la información previa que se tenga de los factores determinantes y de las circunstancias.

El próximo elemento a tener en cuenta son las adaptaciones. Para el animador turístico
el término "adaptación" resulta imprescindible e ineludible, ya que continuamente se encuentra con limitaciones de espacio y, en algunas ocasiones, también de recursos materiales, que son los dos casos más frecuentes. Por esta razón, el profesional de la animación turística se verá en la necesidad continua de tener que adaptar las actividades a las circunstancias y las necesidades que cada ocasión requiera. Así, de entrada, no se desestimará ofertar una actividad que se considere adecuada por varias de las circunstancias que se han comentado anteriormente, aunque no lo sea para otras. Bajo este concepto aparece la necesidad de adaptación. La adaptación puede aparecer no sólo por necesidades de espacio y material, en algunos casos también es necesaria por cuestiones de edades, de políticas de empresa, por presupuesto, por recursos humanos, etc. No todos los establecimientos turísticos disponen de un espacio para organizar un partido de fútbol, por ejemplo, pero, a pesar de la problemática, el animador siempre podrá intentar la adaptación de las reglas del juego o deporte, a un espacio, a unos jugadores no profesionales, e incluso a un material o a cualquier otra circunstancia, antes de descartarlo definitivamente (Puertas-Font).
Esto es sólo un ejemplo de un hecho cotidiano en la animación turística. Es relativamente
frecuente que, incluso hoy en día, en el proceso de diseño y construcción de un establecimiento turístico no se tengan en cuenta las necesidades de espacio que el departamento de animación tiene, aunque es un hecho que tiende a desaparecer.

5.2.1. Tipos y división de las actividades

Se ha propuesto más arriba la catalogación de las actividades a partir de sus contenidos.
Es la división más utilizada entre los profesionales de la animación; por tanto, se puede decir de ella que es la más tradicional (figura 5.1).

Tipos de actividades

 Actividades lúdicas
 Actividades deportivas
 Actividades culturales

FIGURA 5.1. Tipologías de actividades en la animación turística.

Aunque a simple vista la diferencia entre unas y otras resulte bastante evidente, es
posible que no lo sea tanto. En primer lugar, se tendría que apuntar que cualquier tipo de
actividad que se programe en un proyecto de animación turística ha de cumplir con un
objetivo prioritario de motivación de los destinatarios, ya que, si no fuera así, el progra-
ma no tendría sentido, no se conseguiría el objetivo de fomento social en los destinatarios
y, por tanto, difícilmente se llegaría al de la dinamizaci6n económica del establecimiento.
Se podrá deducir, por consiguiente, que atendiendo al primero de ellos todas las
actividades han de ser lúdicas o ser planteadas desde un punto de vista de una fuerte carga
lúdica que asegure la diversión.

 Si las actividades que se programen son del primer tipo, es decir, juegos en su mayoría,
el componente lúdico es inherente a ellas, por tanto, no presentarían, en este
sentido, ningún tipo de problemática en cuanto a su catalogación.

 b) En el caso de las actividades deportivas, se hace casi imprescindible remarcar que
siempre se ha de hacer más énfasis en la parte lúdica de las mismas, ya que de lo contrario se corre el riesgo de que este aspecto de la actividad no sea lo suficientemente evidente, cosa que podría llevar a que se percibiesen como actividades de rigurosa competición, y este aspecto no siempre es el que el animador turístico busca con los deportes. No se puede perder de vista que el objetivo de las actividades deportivas, en animación turística, también es fomentar las relaciones y la vida social entre los participantes, y que el deporte de rigurosa competición puede llevar consigo una agresividad que en contadas ocasiones interesa al animador.
Esta idea del fomento del aspecto lúdico resulta más que evidente en la típica frase hecha "lo importante es participar", que para el animador tiene que ser un hecho real y transgredir los límites de la frase hecha, restando importancia no sólo a los perdedores, si no también a los vencedores.

 c) Con demasiada frecuencia se ha asociado la idea de actividades culturales a actividades poco atractivas y con escaso interés. Afortunadamente, esta asociación es cada vez más escasa y hoy en día la mayor parte de los turistas demandan con contundencia este tipo de actividades. Es evidente que detrás de una buena actividad cultural puede encontrarse un componente lúdico muy importante. Ahora ya se puede jugar con los "conocimientos" a nivel más popular; como buen ejemplo de ello se podría citar alguno de los programas concurso de los diferentes medios de comunicación, aunque se tendría también que recordar que no son los únicos elementos culturales que llegan al público a través de los mass media, como con cierta frecuencia y en algunos círculos se considera erróneamente. El divertirse con la cultura está cada vez más arraigado en la vida cotidiana de cualquier ciudadano del Primer Mundo.

De lo mencionado en los tres puntos anteriores se desprende la conclusión de que, sea la que sea la actividad que se pretenda programar, ésta ha contener un componente lúdico importante sin depender de la categoría la que pertenezcan, es decir, que cualquier actividad que quiera catalogarse como de animación turística en primer lugar ha de resultar divertida para el turista.
Cuando en animación turística se habla de una actividad, se considera que ésta, de una manera u otra, implica siempre un porcentaje de los tres tipos de contenidos. Se trate de la actividad que se trate, se puede afirmar que contiene un tanto por ciento del componente lúdico, otro tanto del deportivo y otro tanto del cultural. El porcentaje de este contenido es una idea abstracta, no mensurable, pero suficientemente clara como para determinar si una actividad será catalogada como lúdica, deportiva o cultural por el animador turístico; de tal manera que el hecho de que una actividad en concreto acabe siendo clasificada en una categorías u otra dependerá del porcentaje que los
componentes contenga.

5.2.2. Las actividades lúdicas

En el contexto de la animación turística se podría considerar que las actividades lúdicas
son aquellas que remiten directamente a la diversión o al juego, entendidos ambos en
su máxima amplitud, y que además no presentan ningún otro objetivo externo o deducible
a simple vista. En este bloque se podrán situar todas aquellas actividades que, tanto
el animador como el destinatario, se relacionen con la diversión, venga ésta a través de la
contemplación de una acción, de la realización de la misma, de un ejercicio físico, de determinados
movimientos, etc.
Antes de seguir adelante se hace imprescindible recordar que existe un hecho educacional
y pedagógico que todo juego contiene, que es inherente a él y del que no se le
puede separar, es el Homo ludens del que Johan Huizinga habla en su obra, donde dice
que es gracias al juego como el hombre ha podido edificar su cultura intelectual, estructurada
y organizada; es así como el sociólogo neerlandés contribuye enormemente a la
idea de lo abstracta y borrosa que resulta la división de las tres categorías de contenidos
en las actividades. Con su teoría presenta el juego y la cultura como hechos estrechamente
relacionados, pero sobre todo inseparables.
Conscientes ya de esta amplitud, una actividad de animación turística se catalogará
como lúdica, por ejemplo, cuando el porcentaje de este componente se detecte más alto
que el deportivo y que el cultural. Para explicar este concepto se tomará como ejemplo
el juego de "las pelotas nominales", del grupo de los juegos de "romper el hielo" (Puertas-
Font, 2002: 36).
De él no se puede decir que sea un deporte; para empezar, su objetivo no es deportivo,
pero sí hay elementos propios de un deporte, como serían las pelotas que se utilizan,
los movimientos que se realizan, el ejercicio físico que se requiere para realizarlo, etc.
Tampoco se puede afirmar que sea una actividad cultural, aunque igualmente presente
elementos pedagógicos que así la definen y la potencien, además, claro está, de la citada
teoría de Huizinga.
Lo más comprometido del proceso sería determinar el porcentaje de incidencia en la
actividad de cada uno de los tres componentes. Haciendo un esfuerzo de abstracción se
puede llegar a la conclusión de que en el ejemplo de las pelotas nominales el componente
deportivo supera al cultural, aunque el margen sea mínimo, y lo que quedaría claro es
la supremacía de la carga lúdica, no cabe duda de que el aspecto lúdico de la actividad es
el más evidente. El animador turístico catalogaría, por tanto, este juego dentro del grupo
de las actividades lúdicas.
Una parte importante de las actividades que se pueden situar en el grupo de las lúdicas
son los juegos. Para la revisión que a continuación se ofrece del grupo de juegos, se
ha tomado como base la obra Juegos y actividades deportivas para la animación turística
(Puertas-Font, 2002).
Se recurre a ella para concretar las actividades y para realizar un listado de ejemplos
de actividades, ya que en ese libro se lleva a cabo de forma mucho más profunda. El esquema
de la figura 5.2 es el resultado de un resumen del contenido del total de juegos lúdicos
que contiene.


Juegos de Romper el Hielo.

Juegos de Noche.
 Juegos de Integración.
 Juegos de Baile.
 Juegos Concursos
 Juegos Dinamizadores

Los juegos Sensoriales

Juegos Exteriores.
 Juegos de base deportiva.
 Juegos de piscina
 Tradicionales.

Macrojuegos.
 Juegos de mesa ampliados
 Gincanas
 Juegos de pista y rallies.
 Kermesses

Juegos Culturales
 Juegos matemáticos y mayores.
 Juegos de deducción lógica.
 De mesa y sociedad

FIGURA5.2. Esquema de juegos para la animación turística.

Otro bloque importante de este grupo de actividades lúdicas son las festivas y recreativas
nocturnas, que se representan en el esquema de la figura.5.3. Serán aquellos eventos
festivos no basados en la cultura ni en los deportes; por tanto, entrarían en esta
categoría las fiestas y concursos de todo tipo, cuyo objetivo externo principal sea la
diversión.
Cada uno de los tipos de actividades del esquema que se representa en la figura 5.3
se podría desglosar en infinidad de posibilidades de las que aquí tan sólo se citarán algunos
ejemplos muy tradicionales.

Fiestas y eventos de noche

a) Fiestas de bienvenida
b) Fiestas de elecciones
c) Concursos
d) Fiestas de carnaval y de disfraces
e) Espectáculos de entretenimiento
f) Espectáculos de participación
g) Contrataciones externas

a) Fiestas de bienvenida. Generalmente son tipos de fiestas que utilizan danzas y juegos
de participación con el objetivo de integrar a los recién llegados con los clientes
que ya están alojados en el establecimiento.

b) Fiestas de elecciones. Son el tipo de fiestas que más se ha utilizado en la animación
turística, algunas de ellas tanto que han llegado a sobrepasar el límite de lo permisible.
Entre las más significativas se encuentran el "Mister", la "Miss", la "Pareja
ideal", o los "Romeo y Julieta", por citar sólo algunas de las más populares.

c) Concursos. En esta tipología se incluirían los concursos de baile, lo>,de disfraces,
o cualquier otra estructura de juegos que esté formada por elementos del grupo
de los juegos concurso (Puertas-Font, 2002), y que no necesariamente estén sujetos
a una temática determinada, como sí ocurre en el caso anterior.

d) Fiestas de carnaval y de disfraces. A diferencia del grupo de los concursos,
aquí se podrían situar las fiestas y eventos que, aun conteniendo elementos
similares al grupo "c", no sean competitivas, sino que su objetivo pretenda
dinamizar totalmente el ambiente del establecimiento o de crear uno determinado.

e) Espectáculos de entretenimiento. Es el tipo de espectáculos creados y ejecutados
por el equipo de animación al completo, más los que, en ocasiones, cuentan con
la colaboración de otros miembros del staff del establecimiento. El ejemplo más
típico serían los espectáculos basados en obras musicales, siendo el más clásico de
ellos "Cabaret".

f) Espectáculos de participación. Resultan algo más reducidos en su temática que los
anteriores debido a que son más limitados en cuanto a repertorio; la diferencia
estriba en que en estos eventos participan los mismos clientes del establecimiento
junto a los animadores, adoptando estos últimos una serie de funciones más
diversificadas, que pueden ir desde la coordinación y dirección del espectáculo
hasta la colaboración en escena de ambos colectivos.

g) Contrataciones externas. Bajo esta denominación se conocen los espectáculos y
acciones llevados a cabo por personal ajeno al establecimiento, que se contrata
para ocasiones puntuales o, incluso, para días fijos establecidos sobre un calen-
dario. En el primer caso, pueden ser especialistas de un tema concreto que se
necesiten para un evento puntual, como músicos, payasos, magos, faquires, etc;
En el segundo caso, puede tratarse de los mismos profesionales, pero aquí la dife-
rencia estaría en el tipo de contrato que se les aplica, que aunque también es pun-
tual, tiene una cierta periodicidad. El ejemplo más claro son los grupos musica-
les que actúan durante los meses de verano en los establecimientos turísticos de
costa, normalmente una vez por semana.

También, desde un punto de vista lúdico, se pueden considerar muchas de las pro-
puestas de actividades que suelen llamarse "talleres de manualidades". Rozando el ámbi-
to cultural, en muchos de ellos se tendría que hacer una diferenciación argumentada a
partir del objetivo con que el animador las proponga. Hay talleres de manualidades que
persiguen el aprendizaje de una técnica determinada, razón suficiente para calificarla
como cultural, pero si el objetivo es un mero "pasar un tiempo relajado" pintando una
tela, confeccionando una máscara, construyendo un disfraz, etc., entonces podrá ser cata-
logada como una actividad de manualidades lúdica
Con criterios similares se pude hablar de audiciones y visionados de películas, con-
ciertos, reportajes, dibujos animados, etc.

5.1.3. Actividades deportivas

-
Las actividades deportivas en el mundo de la animación turística dependen en primer
lugar, y de manera generalizada, de las instalaciones con las que cuente el establecimiento turístico.
Otra de las variantes que se tendrá en cuenta será el material disponible; y aunque su incidencia no sea tan significativa como el espacio, sí puede acabar siendo un condicionante importante. Sin dejar de lado la problemática planteada en el punto anterior, es decir, la indefinición a la que el animador turístico se enfrenta a la hora de catalogar las actividades, ahora además se añade otro elemento a esa dificultad ya existente
el espacio disponible.
Desde esta perspectiva el animador podrá ofertar cualquier tipo de actividad depor-
tiva que las instalaciones le permitan. Cada una de las actividades deportivas suscepti-
bles de ser programadas va a tener varias posibilidades de presentación o de oferta; así,
un mismo deporte se podrá programar bajo diferentes denominaciones y con diferen-
tes objetivos. Las variantes más utilizadas, además de la práctica no competitiva del mis-
mo, serán por ejemplo las competiciones, consideradas como ligas y torneos, las clases
y las demostraciones, tal como se representa en el esquema de la figura 5.4 con el ejem-
plo del baloncesto.
En cada uno de los cinco casos la denominación del tipo de actividad ha de quedar
clara para que el destinatario sepa si esa actividad se adecua a sus conocimientos y domi-
nio del deporte en cuestión, a fin de que se autoseleccione él mismo, que pueda valorar
y decidir finalmente si participa en la propuesta, o si por el contrario no es de su inte-
rés, por estar dirigida a otros niveles de práctica, y prefiere adoptar el papel de partici-
pante pasivo.
--
11
Otro de los grupos de deportes es el que se puede originar como consecuencia de
un problema de escasez de infraestructura en el establecimiento turístico. En alguna
ocasión se da el caso de que por falta de espacio el animador considera la posibilidad
de realizar actividades fuera del establecimiento. Añadir, en primer lugar, que esta posibilidad
no tendría que dejarse como un recurso frente a una dificultad de escasez de
espacio, sino que, por el contrario, es altamente aconsejable que pase a ser un planteamiento
inicial en la creación del proyecto, con el objetivo de aportar amplitud y variedad
al programa de actividades. En este caso se hace necesaria la aprobación de la directiva
de la empresa, y bajo ningún concepto el animador turístico podrá programar una
actividad fuera del establecimiento sin el consentimiento previo de jefes, directores o
personas responsables del departamento. Este tipo de actividades suele ser del grupo
de los deportes, pero no es exclusivo de ellos, ya que también se pueden realizar algunas
actividades lúdicas (paseos, gincanas, rallies, etc.) y un buen número de culturales
como se verá más adelante. /
Este grupo de actividades abarca las que se pueden realizar, por ejemplo, en la playa,
en instalaciones municipales de la localidad, en instalaciones privadas susceptibles
de ser alquiladas o, incluso, contratando los servicios, material e instalaciones de empresas
ajenas al establecimiento, como sería el caso de las empresas dedicadas a los deportes
de riesgo controlado y aventura. El esquema de estos ámbitos es el que aparece en la figura 5.5.

FIGURA 5.5. Ámbitos de las actividades deportivas en la animación turística.

a) En las instalaciones del establecimiento
b) En espacios urbanos públicos
c) En instalaciones municipales
d) Contratos con empresas de servicios

La subdivisión o ámbito "a" es el correspondiente a las actividades que se programan
dentro del establecimiento turístico; es el más frecuente, y se trata por tanto del ámbito
al que se ha hecho referencia hasta el momento.
En cuanto al segundo, al "b", se refiere a los espacios de uso público, de acceso libre
y gratuito con los que un municipio pueda contar. En una población de costa, la playa
sería un ejemplo claro de un espacio de este ámbito susceptible de ser utilizado por los
animadores turísticos. .
Aunque a simple vista dé la impresión de que se pueda utilizar sin más requisitos que
el de ser un "habitante" del municipio, para cualquier actividad deportiva que se pretenda
organizar en estos espacios (no se ha de olvidar que son de'propiedad o de gestión
municipal), se tendrán que tramitar los correspondientes permisos de utilización, o informarse
de si éstos son necesarios, antes de programar la actividad.


El ámbito "c" corresponde a las actividades deportivas que se lleven a cabo en espa-
cios o instalaciones municipales que por regla general se alquilan, como canchas de baloncesto,
campos de fútbol, piscinas, etc. Estos casos se pueden reservar para competiciones
que sobrepasen, por ejemplo, los límites de un solo establecimiento turístico, e intervengan
más de uno. También se pueden dar a través de algún acuerdo al que el municipio
haya llegado con uno o varios establecimientos de la zona, con un objetivo, por ejemplo,
promocional.
El cuarto ámbito, el "d", corresponde al grupo de deportes o actividades deportivas
que para su realización generalmente se subcontratan a terceras empresas. Como se mencionó
más arriba, son claros ejemplos las empresas de servicios de deportes de riesgo controlado
y aventura. En contacto con empresas de este tipo instaladas en la zona, se puede
presentar un mínimo de tres opciones para ofertar sus actividades:

 Fuera del establecimiento turístico, en el medio natural necesario para que se den
las condiciones que se requieran para la realización de la actividad en concreto.
 2. En el recinto de la misma empresa de servicios, donde puede haberse instalado
una infraestructura más o menos compleja que permita la realización de un tipo
concreto de deportes.
 3. En las mismas instalaciones del establecimiento, donde la empresa de servicios
habrá instalado una infraestructura desmontable o temporal que soporte las necesidades
de una o varias actividades.

Prácticamente en todos estos ejemplos la función o el papel del animador turístico
pasará a ser el de organizador o coordinador de los grupos de personas que se interesen
por la práctica de la actividad. No se ha de olvidar nunca que los auténticos expertos y
profesionales en estos casos no son los animadores de los establecimientos turísticos, sino
el personal especialista con el que cuentan las empresas de servicios.

5.1.4. Actividades culturales

De la misma manera que en los otros dos grupos se hacían divisiones para facilitar la
descripción de las posibles actividades y poder integrarlas en la clasificación correspon-
diente, en este tercer grupo se propone una división más sencilla basada en la postura que
el participante adopta ante la actividad. Esta catalogación contempla dos posibilidades,
a saber, las actividades culturales de realización y las actividades culturales de contemplación
del esquema de la figura 5.6.

En las de realización se incluyen todas aquellas actividades en las que la función del
destinatario requiere su participación activa, bien sea para confeccionar algún objeto
(como en el caso de los talleres de manualidades), por motivos de desplazamiento (en una
visita), de dar una opinión (en las degustaciones o las votaciones), de aprendizaje (en un
curso), etc.
Dentro de las actividades culturales de realización se distinguen ocho posibilidades
diferentes que se definen a continuación:

 Talleres de manualidades
 Cursos de aprendizaje
 Juegos y macrojuegos
 Degustaciones
 Visitas
 Danza y teatro
 Debates y charlas
 Biblioteca y lectura
 Contemplación con


a) El primero grupo corresponde a los talleres de manualidades, aquí se situarán todos
aquellos talleres en los que se haga referencia y se practiquen actividades de artesanía
típica de la zona o también artesanía creativa, incluyendo técnicas como por
ejemplo la cerámica, el tinte, los metales, los esmaltes, las labores, el papel maché,
el mimbre, etc.

b) El grupo "b" es el de los cursos de aprendizaje. Estrechamente relacionado con
los talleres de manualidades, ya que puede incluso llegar a incluir alguno de ellos,
el grupo también se hará extensible a otros ámbitos, como podrían ser los cursos
de idiomas o los de aprendizaje de una técnica específica determinada.

c) En ese grupo se engloba la parte más lúdica de las actividades de realización, son
los juegos y los macrojuegos. Algunos de los juegos de sociedad podrían incluirse
en este grupo, tipo Monopoly, de la misma manera que es posible incluir también
el ajedrez y el trivial, por citar sólo unos ejemplos. Un Quizz es otro de los juegos
culturales que se englobaría dentro de esta tipología. Macrojuegos como alguna
gincana o algún rallie, en los que el objetivo tenga relación directa con la cultura
o el aprendizaje, podrían igualmente estar incluidos en este grupo, de la misma
manera que, evidentemente, estarán contemplados todos los juegos culturales descritos
en la obra Juegos y actividades deportivas para la animación turística, de la
cual ya se ha hablado anteriormente.

d) Las degustaciones es la próxima tipología. En este grupo se incluirán todas las demostraciones
gastronómicas en las que, después de seguir el proceso de elaboración del
producto, la actividad contemple una pequeña degustación por parte de los participantes.
En el caso de que no existiese la degustación, habría que situar la actividad
dentro del cuarto grupo de las actividades culturales de contemplación, es decir, de
las muestras, ya que el papel del participante sería eminentemente pasivo. Paellas,
gazpachos y sangrías son los ejemplos más utilizados, aunque no los únicos.

e) Las visitas se incluyen en la tipología de las actividades de realización ya que implica
un papel activo por parte de los participantes. Este rol activo se sitúa en el desplazamiento
hacia el lugar a visitar, que forzosamente tendrá que estar en las proximidades
del establecimiento turístico. Se descartan como visitas las excursiones
que puedan estar organizadas por agencias de viajes, y que por tanto quedan excluidas
d~ ser ofertadas dentro del programa de animación turística del establecimiento,
siendo el guía oficial o el guía representante de la agencia el único profesional
que puede ofrecer estas actividades a los residentes del establecimiento. El
animador turístico tendrá que aplicar un código ético y profesional de respeto hacia
la función de otros profesionales del ámbito turístico.

f) La participación activa en determinadas danzas y en algunas puestas en escena,
son acciones que se enmarcan dentro de este grupo, el "f". Por extensión se entenderá
que no solamente el momento de la puesta en escena o de la práctica de la
danza delante del público será una actividad de este grupo, sino que se sobrentiende
que los espacios de tiempo dedicados a los ensayos se tendrán que incluir
también en este grupo como parte de la actividad.

g) En este grupo se incluyen los debates y las charlas. Para situar estas actividades
dentro del grupo de las de realización, los debates y las charlas han de permitir la
participación activa de los destinatarios, y, en el caso de que esta interactividad no
fuese posible, la acción no podría estar catalogada dentro del grupo, debido a la
imposibilidad de que los participantes puedan tener un papel activo en ella, cosa
que convertiría la actividad en una conferencia y, por tanto, clasificable solamente
en la tipología de las actividades de contemplación.

h) El penúltimo grupo, que es el de biblioteca y lectura, e incluye las actividades posiblemente
más sedentarias de esta primera parte, se refiere a las actividades con un
fuerte acento individual, aunque pueden acabar siendo bastante dinámicas si se
plantean, por ejemplo, como un preámbulo o paso previo para realizar actividades
del grupo anterior, es decir, de los debates

i) Para acabar, está el grupo "i", que recoge cualquiera de las actividades de contemplación
de las cuales se pida una opinión a los participantes para ser expresada
en público con el objetivo final, por ejemplo, de dar un premio.

El segundo grupo tipológico de las actividades culturales son las de contemplación,
donde se incluyen aquellas actividades en las que el papel del destinatario no requiere
una intervención activa; por tanto, su actitud será bastante más pasiva. Son cinco las posibilidades
que ofrecen este grupo:

 Espectáculos
 Exposiciones
 Audiciones
 Muestras
 Conferencias

..
a) El grupo "a" es el primero de este segundo bloque, y corresponde a los espectáculos
en los que la participación del turista se limita a seguirlo desde su silla. Su intervención
es mínima, se reduce a aplaudir o a hacer algún tipo de movimiento que
no requiera abandonar el lugar que ocupaba entre el grupo de espectadores. Suelen
ser espectáculos de mirada bidimensional (Salvat, 1988), como por ejemplo la
actuación de grupos folclóricos basados en la danza, en la interpretación o en cualquier
otra manifestación escénica cultural.
b) Las exposiciones son la segunda tipología de contemplación. El contenido de estas
exposiciones puede ser bien variado y oscilar entre exponer objetos artísticos confeccionados
por profesionales o también por nuevos talentos, hasta presentar trabajos
realizados por los mismos residentes del establecimiento turístico. Si se quisiera
escoger el mejor trabajo expuesto, basándose en el criterio de los mismos
residentes del establecimiento, a partir una votación previa de los mismos, esta
actividad se consideraría que ha traspasado los límites de las actividades culturales
de contemplación, para convertirse en una de realización, ya que la participación
del público pasaría, de ser pasiva y meramente contempla tiva, a una actitud
más activa y que requiere una implicación directa en la acción, que sería el hecho
de votar.
c) El tercer grupo corresponde al de las audiciones. Estas actividades implican no
solamente las musicales, sino también las de poesía u otros escritos dramatizables
pero sin puesta en escena. Las audiciones pueden ser pregrabadas, es decir, a partir
de discos compactos o de cintas de casetes, por ejemplo.
d) En el grupo de las muestras se incluyen desde exhibiciones hasta posibles "mercadillos"
de productos y artesanía popular, entre otras posibilidades.
e) La última tipología correspondería al grupo de las conferencias. Es posible que
estas actividades sean las más sedentarias del grupo de las de contemplación, ya
que son las que menos actividad reclama al espectador o al asistente.
Una vez repasadas las posibilidades y catalogaciones de los tres g!;UPOSde actividades
en la animación turística, se aconseja ahora la realización de un ejercicio interesante,
y a la vez estimulante, que consiste en listar un número mínimo de actividades para cada
uno de los grupos y de sus subdivisiones. Este ejercicio se puede plantear de forma individual
o en grupo, decidiendo con qué grupo o subgrupo se va a trabajar, y programando
después una puesta en común para revisar la cantidad de propuestas, muchas de ellas sorprendentes,
que con toda seguridad han surgido.

5.1.5. Adaptación de las actividades a los colectivos

En alguna otra ocasión en esta obra se ha hecho ya referencia a las adaptaciones; se
ha hablado de adaptación de algunas actividades al establecimiento turístico y de la adecuación
de la actividad al lugar donde se aplica desde su punto de vista más "decoroso".
También se ha hablado de la adaptación al espacio y, cómo no, de la adaptación al material
disponible o susceptible de ser utilizado.
Otra vía de adaptación de las actividades es la marcada por la política empresarial
que se esté aplicando en el establecimiento. El programa de animación ha de ser coherente
y, también, consecuente con la idea general de la actividad turística que el empresario
intente transmitir a los clientes.

Menos importancia se le ha dado hasta ahora al clima. La climatología determinará
en gran medida si las actividades se van a hacer en el interior o en el exterior del establecimiento,
siempre y cuando el establecimiento cuente lógicamente con instalaciones interiores
y exteriores donde llevar a cabo la aplicación de las actividades.
En cuanto a las adaptaciones a las personas también se han fijado ya unas cuantas
pautas que señalan los márgenes de actuación que tendrán los animadores turísticos en
este campo. El tema de los usuarios se trató en el apartado 4.3, "análisis de los usuarios",
técnicamente conocido también como "tipologías". Una de las divisiones más importantes
en las tipologías eran las edades. Se hacía referencia a niños, a adolescentes, a adultos,
y finalmente a la tercera edad. El profesional de la animación turística ha de ser consciente
de los límites físicos que tiene cada una de las franjas, de la misma manera que
también ha de tener en cuenta las necesidades propias de cada una de las edades; así, será
lógico pensar que el enfoque o la presentación que se le dé a una actividad en concreto
tendrá que ser revisada en función de esas franjas de edades, de sus límites y de sus expectativas.
Tomando en consideración estas variantes no resultará muy difícil imaginar que
las propuestas que motivan a una edad dejan de tener sentido en otra, de ahí la necesidad
de revisión que presentan. Así pues, ante cualquier actividad que se quiera programar, se
tendrá que analizar antes su capacidad de "divertir" a una o a otra edad.
Para acabar con el tema de las adaptaciones, resulta del todo imposible separar elementos
como los colectivos, las nacionalidades y las clases sociales: son tres conceptos que
están relacionados y estrechamente ligados entre sí. Un niño alemán de clase media, por
ejemplo, puede no sentirse motivado por una actividad que sí motive a un niño italiano
también de clase media, y esto es sólo un ejemplo de las muchas combinaciones posibles
de los tres conceptos. La animación turística también es un producto de ocio, por lo que
presenta las mismas dificultades y las mismas ventajas que cualquier otro producto de este
tipo; no hay una fórmula mágica que indique cómo ha de realizarse, tan sólo hay un camino
para hacer efectiva la adecuación de una actividad determinada; ese camino es la recopilación
de la mayor cantidad posible de información, y, a pesar de todo, tampoco se podrá
asegurar el éxito.

~
5.3. Publicidad y promoción de actividades en la animación turística

"La publicidad es toda forma de comunicación realizada por una persona física o jurídica,
pública o privada, en el ejercicio de una actividad comercial, industrial, artesanal o
profesional, con el fin de promover de forma directa o indirecta la contratación de bienes
muebles o inmuebles, servicios, derechos y obligaciones"; ésta es la definición de la Ley
General de Publicidad del 11 de noviembre de 1988. Es una definición muy amplia, y tanta
amplitud no será necesaria para la animación turística, además de que tampoco se puede
considerar la publicidad en el ámbito de la animación, de la misma manera que se
tiende en un ámbito puramente comercial en el que casi todo vale, y en el que algunos
pectos éticos puedan quedar en entredicho, situación del todo injustificable en un establecimiento
turístico.

3.1. Concepto y elementos de la publicidad

Según el Diccionario de la Real Academia Española, se denomina publicidad a la divulgación de noticias o anuncios de carácter comercial para atraer a posibles compradores, espectadores, usuarios, etc.; igualmente se puede entender como la divulgación de algún tema, asunto o cosa entre el público, o ponerlo a su alcance. A diferencia de la definición anterior, ésta parece ser que concreta algo más, o como mínimo se puede entender
que centra más el marco conceptual en el que se sitúa la animación turística. Pero la que realmente se considera la más adecuada es la que se propone a continuación:

La publicidad en animación turística es el medio por el cual el animador turístico
informa, y a la vez motiva, a los clientes del establecimiento de las propuestas y de los
programas de actividades.

Resulta de máxima importancia el comprender que no sólo ha de informar a los desatarios,
sino que es necesario que cumpla una segunda función, que es la de motivar.
La publicidad en animación también es un tipo de comunicación en el que, como en
:1lquierotro tipo de comunicación, se distinguen cinco elementos: el emisor, el recep-
tor, el objeto, los medios y la finalidad (figura 5.8).

1. El primer elemento de los cinco es el emisor. En el caso de la animación turística
el emisor es el departamento de animación, que junto con esta función tendrá también
la responsabilidad de la confección, y la posterior aplicación, de los medios
más oportunos en cada situación o para cada actividad. En ningún caso se considerará
como emisor a un solo animador, aunque sea ésta la persona que realice la
actividad, ya que se entiende que la responsabilidad final es siempre compartida
por todo el equipo.

Publicidad en la animación turística
 l. Emisor
 2. Receptor
 3. Objeto
 4. Medios
 5. Finalidad
FIGURA 5.8. Elementos de la publicidad.

2. El segundo elemento son los receptores, es decir, las personas a quienes va dirigi-.
da esta comunicación. No cabe lugar a dudas de quiénes se trata: van a ser los destinatarios
de la propuesta de actividades. Se considerará pues como receptores a
todos los clientes residentes e incluso, en algún caso concreto, hasta a personas
que no estén alojadas en el establecimiento. A este grupo de personas el animador
le denomina "público potencial".
3. El objeto de la publicidad es, en primer lugar, el programa con todas las acciones
y todas las actividades incluidas en él. Así, y desde un punto de vista estricto, éste
habría de ser realmente el único objeto de publicidad, aunque profundizando en
el tema se detecten algunos casos peculiares y que han de ser entendidos como
objetos de un segundo orden de prioridad; de lo contrario se corre el riesgo de des-
virtuar la función de los animadores dentro de los establecimientos turísticos.
En ocasiones, un establecimiento se plantea dar publicidad de algunos objetos
o productos que oferta a sus residentes y recurre a los animadores para canalizado;
hasta aquí es lícito utilizar la animación como un elemento dinamizador de
la economía, es parte de su objetivo, pero lo que se salede toda lógica es que se
plantee el departamento con objetivos exclusivos de promoción; a partir de ahí los
animadores dejarían de serlo para pasar a ser comerciales o promotores, y es ahí
donde radica la equivocación.
Es, por tanto, más o menos corriente, y así se propuso en su momento que
entre las diferentes actividades de animación aparezca alguna con un objetivo claro
de promoción de algunas bebidas, o del merchandising, por ejemplo. Detrás de
la actividad de animación se sitúa la publicidad de un producto; en este caso, se
puede llegar a afirmar que el objeto es el producto, que el medio es la actividad
de animación y que la finalidad es el fomento del consumo de ese producto entre
los residentes del establecimiento. Es un caso que se da con cierta frecuencia, y
que además resulta una buena forma de autosubvencionar el departamento de animación,
como se verá en el capítulo 8.
4. Los medios de publicidad, el cuarto elemento, son entendidos como los vehículos
o soportes en los que se insertan los anuncios para su difusión. Los medios de publicidad
se amplían en el próximo punto de este capítulo.
5. El quinto elemento es la finalidad (figura 5.9). Desde el punto de vista de publicidad
inmediata, se puede decir que la finalidad es la de cumplir con el objetivo de
informar y a la vez motivara los clientes y residentes del establecimiento, tal y
como se indicaba al inicio. Pero esto sería limitar su definición, y es por eso por lo
que vale la pena tener en cuenta otros aspectos que le den amplitud, y que además
han de servir, tanto al animador como al empresario, para valorar la eficacia
de una buena acción publicitaria realizada desde el departamento de animación.

Como se puede observar en el esquema de la figura 5.9, se proponen cinco finalidades
importantes en la publicidad de la animación turística, que se analizan seguidamente:

a) Atraer al público
b) Dar a conocer la marca
c) Mejorar la posición
d) Crear imagen
e) Reafirmar la compra
FIGURA 5.9. Las finalidades de la publicidad.

a) Atraer al público hacia las actividades .Es, por tanto, el primer gran fin, vincular el
potencial (o número total de personas alojadas en el establecimiento susceptibles
de reaccionar a las propuestas) a las actividades del programa, teniendo en cuenta
que lo atractivo de la oferta, con mucha frecuencia, no está sólo en que realicen
las actividades o no, sino en que disfruten con ellas sin necesidad de tomar parte
activa en las mismas, o sabiendo que están ahí por si quieren realizarlas. Ésta es la
atracción, la de tener la opción y saber que se puede elegir realizarla o no, pero
que en cualquier caso la elección final depende del mismo residente; ése es un valor
añadido importantísimo del producto turístico.

b) Dar a conocer la marca o empresa. Con la publicidad el departamento puede
contribuir en gran medida a dar a conocer un establecimiento. En un mercado
competitivo donde ya operen varias empresas, un aspecto importante será el
marcar una diferencia, y lo que permite aportar la animación es un valor añadido
que se pueda asociar a esa marca o empresa, donde la publicidad podrá
ser considerada no sólo como un elemento diferenciador, sino también potenciador.

c) Hacer que el nombre de la marca o empresa mejore de posición. En el caso de que
la empresa ya exista, lo que puede aportar es una mejora. Si el puesto que la empresa
ocupa en la mente del consumidor es de vital importancia cuan<:!ose trata de
comprar, ya que las marcas situadas en los primeros lugares tienen mayores probabilidades
de ser demandadas que las empresas que se encuentran en posiciones
inferiores, entonces con la publicidad desde animación puede contribuir a la mejora
de puestos, ya que el efecto que causa a los residentes es justamente el de recordar
continuamente la marca o la empresa, haciendo que esté mucho más presente
en sus mentes.

d) Crear imagen de marca. La opinión que el cliente tenga sobre la empresa o la marca,
como ya se ha comentado, es básica a la hora de decidir sus compras. Así, una
imagen de marca elevada no es solamente garantía de mayores ventas, sino que
también es un argumento para un precio más elevado, puesto que representa un
valor añadido y un prestigio. Con la publicidad, en animación, se contribuye igualmente
a la creación de "marca", de la misma manera que lo puede hacer cualquier
otra campaña publicitaria en otro ámbito.

e) Reafirmar al consumidor respecto a la compra realizada. Un cliente del establecimiento
que haya participado en alguna actividad programada, si su experiencia ha
sido satisfactoria, siempre tendrá tendencia a hablar bien de ella, y mostrar una
actitud más abierta hacia otras propuestas que procedan de esa misma marca o
empresa y, desde luego, va a respaldar y potenciar la publicidad y la marca delante
de otros consumidores.

Los Medios de publicidad en la animación turística

En animación turística se puede considerar como válido cualquier medio (soporte o
acción) que informe y a la vez motive a los destinatarios de las actividades o acciones programadas,
y que siempre sin excepción se lleve a cabo de una forma ética, respetuosa y
decorosa. Por tanto, no servirá cualquier cosa, no se pueden aplicar todas las técnicas que
se ven en otros campos más cercanos a la cotidianeidad de la publicidad, ya que muchas
veces no se tienen en cuenta ni el decoro, ni el respeto, ni la ética. Si el animador no tuviera
en cuenta estos principios podría arriesgarse a que la publicidad del establecimiento
pudiera llegar a herir la sensibilidad de algún residente, hecho que se contrapone directamente
con el objetivo primero de la animación turística, que es el fomento de la comunicación
y de la vida social. Se tendrán pues que descartar cualquier medio que pueda
entrañar el más mínimo riesgo de llegar a contradecirse con su definición.
Se describen los ocho medios de publicidad más usuales en la animación turística (figura
5.10). La auto-publicidad, que se analiza al final de ellos, es un apartado que no se puede
definir como medio de publicidad ya que no cumple estrictamente los objetivos, pero
por sus características se vincula y encaja perfectamente en este apartado, como se verá.
/
 l. Carteles
 2. Megafonía
 3. Micrófono
 4.Flyers
 5. RR.PP.
 6. Hombre cartel
 7. Sketch
 8. Radio
FIGURA5.10. los medios de publicidad en la animación turística.

Los medios de publicidad que se proponen están ordenados bajo el criterio de orden
en función de los que se suelen utilizar con más frecuencia en primer lugar y los que se
utilizan menos, o los que son menos frecuentes al final. Todos ellos están afectados por
una misma dificultad, que son los diferentes idiomas de los destinatarios. Es poco fre-
cuente una única nacionalidad o un único idioma en el mismo establecimiento. Este
hecho repercutirá directamente en el contenido de la publicidad, ya que si se ha de repetir
en diferentes idiomas no podrá ser muy extenso, por eso el contenido tiene que ser
escueto y sintético, además de ir intercalando un idioma detrás de otro en frases cortas,
con el objetivo de no atosigar ni aburrir. Cada actividad, o grupo de actividades, definirá
por sí misma el medio de publicidad más adecuado a utilizar; de cualquier forma,
en cada uno de los medios que se describen se hará referencia a cómo"'utilizarlo y el contenido
ideal del mismo.

1. Los carteles. Es seguramente el medio más directo y el más efectivo. El impacto
que puede ejercer en los destinatarios es un punto a tener en cuenta, puesto que
de él dependerá un elevado porcentaje de asistencia y participación en la actividad
publicitada. El animador turístico no puede dedicar mucho tiempo a la confección
de los carteles, por lo que se aconseja un diseño rápido y espectacular, si
es necesario con elementos no convencionales, donde la ejecución rápida es imprescindible
y de suma importancia. El animador ha de tener en cuenta, además, que
una vez construido el cartel se puede guardar para su reutilización, reduciendo así
el tiempo global de construcción y diseño. Se comentó más arriba la importancia
de que el resultado final resulte muy atractivo para que sean efectivos los objetivos
de informar y motivar, pero también tendrá que cumplir otro objetivo más, y
es que tendrá que competir y destacar entre otros posibles carteles que puedan
haberse colocado en el mismo lugar o en la zona, como por ejemplo los que ponen
las agencias de viajes receptivas en las recepciones de los hoteles. .
Este medio de publicidad es ideal para anunciar una actividad en concreto y
en solitario, como puede ser una fiesta o una actuación nocturna, pero además
también es válido para dar a conocer el programa del día, en el que se incluyan
todas las actividades, o para anunciar el programa de toda la semana. Dependerá
del establecimiento, de la imagen que se pretenda dar, de los recursos económicos,
y de los recursos humanos que en él se dispongan.
Este medio de publicidad requiere una síntesis muy bien elaborada de 16 contenidos
de la información que se pretende transmitir. Si el cartel acaba teniendo
mucho texto, difícilmente se conseguirá que resulte atractivo, por lo que se ha de pensar muy bien qué contenido se le va a dar. Una guía puede ser la siguiente:
- El nombre de la actividad bien destacada, en el caso de que sea un cartel en el
que se anuncie una sola actividad, como una actuación externa o una fiesta espectacular.
- El lugar donde se realiza la actividad, como por ejemplo, en la piscina, en la cafetería, en el salón, etc.
- La fecha en que se realiza la actividad; es muy importante si hay antelación.
- La hora de inicio evitando hacer referencia a la hora de finalización.
-También se puede llegar a incluir algún tipo de requisitos esenciales para realizar
la actividad, por ejemplo si el participante necesita una toalla, o un bañador,
o cualquier otro objeto que sea necesario para su práctica (como raquetas,
por ejemplo), o si ha de inscribirse previamente, etc. En el caso de que la actividad
se dirija a un colectivo en especial, también se considera que es un requisito
esencial; por tanto, si una actividad es para principiantes, se tendría que
incluir en la información, igualmente si es para iniciados. .

Todas estas pautas han de ayudar al animador a confeccionar el cartel idóneo,
siendo consciente de que, aunque el resultado fuese atractivo, de nada serviría si
después no se coloca en el lugar correcto; por tanto, la fijación de los carteles es
otro de los elementos puntuales y muy importantes de este medio de publicidad.
El sitio ideal para su colocación será un lugar de paso obligado para el mayor número
posible de residentes del establecimiento. En el caso de un hotel, puede ser la
recepción (aun a riesgo de ser un cartel más entre la infinidad de carteles de los
receptivos), o también a la entrada del restaurante. Si es un camping, el departamento
de animación se verá obligado a fijar más de un cartel y, en este caso, no
podrán faltar los que se coloquen en recepción, en los lavabos, en la tienda de
comestibles o en los fregaderos de útiles de cocina, lugares por donde en un momento
u otro del día se acaba pasando.

2. La megafonía. Éste es un medio de publicidad del cual se aconseja no abusar; de
hecho, en algunos establecimientos turísticos no está permitida su utilización ya
que puede fácilmente molestar y agobiar a los clientes que residen en el mismo.
El aparato de megafonía suele estar en la recepción de los establecimientos, y
se acostumbra a utilizar para avisar a los clientes de informaciones tipo llamadas
telefónicas personales que puedan recibir, de visitas o de cualquier otra información
que el establecimiento desee pasarles. Aunque su utilización sea fácil, su efectividad
no es siempre la esperada por un animador, sobre todo si no tiene experiencia. Se
requiere una estructuración previa y, en muchos casos, por escrito, para decir exactamente
lo que se pretende comunicar, con la entonación y el ritmo adecuados.
Es un medio que se utilizará solamente para anunciar actividades inmediatas,
es decir, que será el recordatorio de una publicidad hecha a través de otros medios,
como por ejemplo el de los carteles. Es importante recordar que no se puede abusar
de ella, y que si el animador está continuamente anunciando actividades por
megafonía ésta perderá su efectividad, pasando a ser un recurso agobiante y distorsionador.

3. El micrófono. Es evidente que en el medio de publicidad anterior, la megafonía,
se dispone de un micrófono para poder transmitir el mensaje por los altavoces en
todo establecimiento, pero no es éste el micrófono al que se hace referencia en
este tercer medio. Por micrófono se entiende la publicidad que un animador hace
en el momento justo de despedir la última actividad del día, es decir, la fiesta nocturna.
Se considera que estas actividades de noche son las más masificadas, a las
que más público asiste. Si éstas son las actividades más concurridas, será lógico
aprovechar esta mayor concentración de público a una actividad para publicitar
otra actividad que necesite más participantes (activos o pasivos). No se trata de
que, después de despedir la noche, el animador recuerde todas las actividades que
se ofertan para el día siguiente, sino que se haga referencia solamente a una de
ellas; ésta puede ser la más necesitada, pero también puede ser la más frecuentada,
dependerá de los objetivos del animador.

4. Los "flyers". Son los cuartos de folio (del tipo "din A-4"), o los que en otro tiempo
se denominaron octavillas. Son muy efectivas, además de fáciles de confeccionar,
gracias sobre todo a los soportes informático s, y también fáciles de distribuir.
Pero es un medio de publicidad del cual tampoco se puede abusar ya que,
si se entregan con demasiada frecuencia, pierden su capacidad para sorprender,
pasan a ser elementos monótonos, y por tanto resultan poco atractivos. Los flyers
se reservarán para actividades que requieran un gran esfuerzo de organización
o económico, y su frecuencia se sitúa en un mínimo de diez días de intervalo entre
una aplicación y la siguiente. .

5. Las relaciones públicas (RR. PP.). Posiblemente sea este medio el más efectivo, y
en algunas ocasiones incluso más que el cartel, ya que la publicidad se está personalizando
al máximo cuando se invita a un residente del establecimiento a participar
en una actividad concreta. También es conocido como el persona a persona
o el boca a oreja. Aunque resulta muy efectivo, y de hecho el animador lo guarda
para aplicado en sus momentos de relaciones directas, también hay que reconocer
que es el que más tiempo de dedicación requiere de todos los medios mencionados
anteriormente.

6. El hombre cartel. Hay una cierta reticencia para aplicar este tipo de medio, ya que
por el abuso que se hizo de él ha llegado hasta nuestros días con un desprestigio
considerable. A pesar de estos prejuicios hay que reconocer que es un recurso bastante
eficaz, sobre todo como un medio de introducción publicitaria, en especial
si se dirige a un público infantil. Hacer publicidad de una fiesta infantil con hombre
cartel que lleva unos globos y va saludando y estrechando la mano a todos los
turistas que encuentra es casi una garantía de éxito total de afluencia, ya que resulta
original y poco utilizado.

7. El sketch publicitario. Son pequeñas escenificaciones dramatizadas de algunas
escenas o de personajes que van a tener un protagonismo especial, por ejemplo,
en el espectáculo que se preparara para esa misma noche. El lugar ideal para su
aplicación es allí donde haya una afluencia más o menos masiva de residentes del
establecimiento. En un hotel podría ser la terraza de la piscina, la cafetería, el restaurante
durante el almuerzo o durante la cena. Los personajes no necesariamente
han de ser los animadores, pueden ser los mismos turistas, o incluso en algunas
ocasiones algún miembro del staff de otro departamento del establecimiento.

8. La radio. Se puede utilizar para crear un ambiente determinado a unas horas puntuales
y concretas del día para que los residentes se acostumbren y lo esperen. Puede
tener una duración de unos quince minutos y repetirse varias veces al día. Su
contenido no tiene por qué ser de publicidad de actividades, pero sí puede'"publicitar
unos servicios puntuales del establecimiento, el tema musical de la temporada,
algunas noticias ocurridas ese mismo día, o el anterior, en los países de procedencia
de los turistas, alguna felicitación o, incluso, frases grabadas de algunos de
los clientes.

La auto-publicidad

Se decía que no es exactamente un medio de publicidad, ya que el objetivo no son las
actividades sino los componentes del departamento de animación y la finalidad es dados
a conocer a los residentes del establecimiento turístico.
Bajo esa denominación se pueden incluir las acciones que el departamento de animación
realiza para darse a conocer y facilitar la identificación de los componentes del
departamento, por tanto, facilitar la comunicación entre los residentes y el staff. Se comentan cuatro, que aunque no deben considerarse las únicas, sí son las más significativas:

 Seguramente la más efectiva es la intervención en las reuniones de bienvenida que
realizan los guías representantes de las agencias receptivas. El objetivo de interve-

nir en estas reuniones es exclusivamente el darse a conocer como representante del
equipo de animación, y aprovechar el momento para indicar dónde está, por ejemplo,
el cartel de información general del programa. En ningún momento el animador
se ha de plantear su intervención en este "We1come Party" como una oportunidad
de vender su programa, ya que entraría seguramente en contradicción con
el objetivo de los representantes de las agencias, que suele ser la oferta de excursiones
facultativas, además de la información genérica del destino. No se trata de
ser un rival del guía sino, por el contrario, de trabajar en colaboración para un beneficio mutuo.
 La exposición de las fotografías de los animadores en el cartel de información de
la programación general, que ayude a la identificación de éstos por parte de los
residentes. Conviene prestar atención a cómo se colocan las fotografías ya que suele
resultar frecuente que desaparezcan si no se idea algún tipo de fijación de seguridad
al cartel. Este hecho se puede plantear también como de promoción y prever
que las fotos expuestas estén destinadas a desaparecer, todo dependerá de los
objetivos de la publicidad.
 Llevar siempre una chapa de identificación con el logotipo del establecimiento y el
nombre del animador; también resulta muy útil un indicativo con banderas pequeñitas,
por ejemplo, que indiquen los idiomas que habla. La chapa de identificación
ya es corriente en una gran cantidad de establecimientos y la utilizan no sólo los
animadores, sino todo el staff de la empresa; en este caso, resulta imprescindible
que aparezca el nombre del departamento.
 La utilización de un uniforme o, en su defecto, de alguna prenda de vestir que ayude
a identificar al animador, y que además pueda ser una pieza que esté a la venta
en el mismo establecimiento como parte del merchandising, fomentando así la promoción
del producto.

5.3.3. La antelación de los medios

Por antelación se entiende el intervalo de tiempo que ha de existir entre la aplicacÍón
de un medio y el inicio de la acción o de la actividad. Así, y una vez vistos y comentados
los diferentes medios de publicidad, llega el momento de afrontar la antelación de cada
uno de ellos:

 Los carteles: dependiendo de la actividad que anuncien, la antelación podrá oscilar
desde un día a varios. Si el cartel publicita un único gran evento, ésta puede ser
de varios días, mientras que si lo hace de la fiesta o el espectáculo de la noche, y
cada día hay uno similar, la antelación será solamente un día, y se colocará al final
de la última actividad de la noche. Es la última acción que hace el animador antes de
dar por finalizada la jornada laboral, que puede llegar a ser las 12.30 o la 13.00
de la madrugada.

 Puede existir otro cartel que contenga la información de la programación general
de las actividades; es la rueda de actividades semanales o bisemanales, y este cartel
puede permanecer varias semanas expuesto al público; no se puede hablar de
anticipación, sino que sería más correcto hablar de permanencia.

 La anticipación de la megafonía, tal y como se mencionó más arriba, es la más corta
ya que se utiliza para anunciar una actividad inmediata.

 En cuanto al micrófono, su anticipación es siempre de un día, puesto que se aplica
al final de la última actividad de la vigilia.
 Con los flyers pasa un poco como con los carteles, que tienen varias opciones y que
la antelación dependerá del tipo de evento que quiera publicitarse. En ocasiones, pueden utilizarse de forma más agresiva al inicio de la campaña para dejar paso a otros medios a medida que se acerca la fecha del evento.
 El personalizado es el más dúctil de todos ellos ya que se puede aplicar desde varios
días antes de la actividad (sobre todo cuando se pretenda buscar colaboraciones en
los espectáculos nocturnos) hasta momentos antes de ella. De hecho, el animador siempre que pueda ha de recurrir a este medio para asegurarse un elevado número de asistentes.
El hombre cartel tiene unos efectos de inmediatez considerables: se puede considerar de él que, además de publicitar, puede contribuir a crear un ambiente festivo antes de la actividad.
 El sketch publicitario suele aplicarse en el mismo día en que se realiza la actividad
que anuncia, que es normalmente la fiesta de noche. Sin lugar a dudas, es el medio
publicitario que crea más ambiente festivo e incluso se puede llegar a planear como
la parte introductoria del espectáculo.
 En un principio, y debido a su inmediatez, "la radio" se considera que no presenta
antelación definida, sin embargo se puede llegar a utilizar para anunciar eventos
o grandes fiestas con una antelación amplia e ir resaltando la cuenta atrás de la
misma.
Es importante tener en cuenta que hay que evitar los solapamientos en la publicidad;
realizar una publicidad excesivamente agresiva de una fiesta de noche, por ejemplo, puede
hacer decrecer la expectación de las fiestas intermedias que puedan proponerse entre el día
en que se lanza la campaña y el día del evento anunciado, al igual que el exceso de medios,
que pueden provocar un efecto contrario al esperado. El equilibrio de los medios es el mejor
sistema, planificar estratégicamente cuándo utilizar unos y cuándo otros es la mejor opción: /
no por más medios se va a tener mayor afluencia, a veces, el resultado es lo contrario.
.- - ----- ----

No hay comentarios:

Publicar un comentario